Ni el amor, ni los encuentros verdaderos, ni siquiera los profundos desencuentros, son obra de las casualidades,
sino que nos están misteriosamente reservados. ¡Cuántas veces en la vida me ha sorprendido cómo, entre las
multitudes de personas que existen el mundo, nos cruzamos con aquellas que, de
alguna manera, poseían las tablas de nuestro destino, como si hubiéramos pertenecido a una misma organización secreta, o a
los capítulos de un mismo libro! Nunca supe si se los reconoce porque ya bordeaban los aledaños de nuestro destino.
La resistencia - Ernesto Sabato

No hay comentarios:
Publicar un comentario